Voluntariado con mi hija

Los viajes se inician en el momento en que empiezas a imaginarlos, a proponerlos, a decirlo en alto, y uno de los mejores momentos es cuando dices eso de: nos vamos de viaje, ¿Quiénes? mi hija y yo, ¿¿solas??… claro que si. Pero ahora llega lo mejor: nos vamos de viaje solidario, vamos de voluntariado, entonces todo son preguntas y falsos miedos y tienes que explicarlo todo.

Si, primero pensé́ en irme sola a realizar un voluntariado internacional, es el sueño de mi vida y nunca he podido hacerlo… Primero por que era joven y tenía otras prioridades y más tarde por que las prioridades fueron reales: trabajo, niños, familia… pero ya está, quiero realizar mi sueño y ahora es el momento. No es ni mejor ni peor que cualquier otra fecha, pero me voy y pensé́ ¿por qué no hacerlo con la persona con la que más a gusto estoy?… Con mi hija . Realmente creo que será́ una ocasión perfecta para estrechar nuestros lazos, compartir aventuras y ofrecer a mi hija momentos y experiencias inolvidables. Conocer de verdad otra cultura desde dentro, no desde un hotel… Se que las cosas no serán tan fáciles como en un resort de lujo, pero viviremos de verdad una aventura y será́ una aventura solidaria.

Entonces inicio el proceso del viaje, escogemos juntas el destino, país e
idioma y lo más complicado es decidir que tipo de voluntariado hacemos.
¿Nos vamos a Laos y cuidamos elefantes? no puedo negarme pero… ¿y si nos vamos a Costa Rica y cuidamos los bebes tortugas? claro quien puede decir que no… Mejor mama nos vamos a Guatemala y ayudamos a los niños de ese barrio marginal con los deberes y con el inglés… desde luego esta es la parte más complicada: decidir a donde ir. Intento, con la información que recibo de Yumari, escoger el país donde ella con sus 11 años estará mejor (también influye el precio del avión).

Tras largas discusiones, echar muchos números y recibir mucha información por fin escogemos. Nos vamos a Costa Rica a convivir con una familia indígena en su poblado, puf que susto toda una familia! Pero ya está decidido, concreto con YUMARI los últimos detalles y nos lanzamos al vacío. Pasaportes en regla, seguro médico de las dos y compramos los billetes (no entiendo que con 11 años se page igual que con 40…). Continuamos los trámites, vacunas, reservas de hostal en San José y todo concretado.

Conocemos ya a la familia que nos acoge, son encantadores y con muchas ganas de recibirnos en su casa. En esa casa hay 5 niños, tres hijos suyos y dos nietos más todos los niños del poblado que creo están todo el día en la calle jugando. Hay más voluntarios en otras casas y en el albergue coincidimos con un grupo de 15 voluntarios norteamericanos.

¡Qué ganas de que llegue el verano e iniciar nuestro viaje!
Ahora somos voluntarias, os iremos contando todos los detalles con fotos incluidas.

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